La geología del Nervión.
Una buena manera de entender la geología de una zona es echar un vistazo a un mapa
geológico. Estos mapas son una síntesis de los datos geológicos disponibles y sirven para
explicar la historia geológica de cada región.
Si nos fijamos en el mapa geológico del Gran Bilbao, veremos que, de manera aproximada, las
rocas que ocupan la margen izquierda están representadas en tonos verdes y las de la margen
derecha, en tonos naranjas. La diferencia de color no responde a cuestiones estéticas, si no
que proporciona información sobre la edad de las rocas. En ambos casos, se trata de rocas
sedimentarias, pero las representadas en colores verdes se formaron hace unos 125 millones
de años, durante el período Cretácico, y las que aparecen en tonos anaranjados hace solo 45,
durante el Paleógeno.
Fue precisamente durante el paso del Cretácico al Paleógeno cuando el impacto de un
meteorito provocó la extinción de los dinosaurios y otras muchas especies. Este momento en
la historia geológica se conoce como límite KT y está bien conservado en las rocas de la
margen derecha. Sin embargo, no todas las rocas del Gran Bilbao son sedimentarias, los
colores morados del mapa geológico representan rocas ígneas de tipo volcánico.
El estudio detallado de todas estas rocas, permite a los geólogos reconstruir el ambiente en el
que se formaron. En el caso de las rocas sedimentarias, sabemos que se depositaron en el
fondo de un mar cálido debido a los fósiles que contienen, como corales o rudistas.
Además, podemos establecer a qué profundidad; por ejemplo, las calizas se formaron en la
plataforma continental a poca profundidad, mientras que las series sedimentarias de tipo
flysch, una alternancia de areniscas y margas, se formaron debido al flujo de sedimentos
desprendidos de la plataforma y el talud continental a profundidades mayores.
El origen marino de las rocas que nos rodean lo confirman también las rocas volcánicas. Si las
observamos en detalle, por ejemplo, en la cala de Meñakoz, veremos que se trata de tubos
alargados y formas redondeadas, geometrías típicas de las llamadas pillow-lavas, un tipo de
coladas submarinas que se están formando actualmente en Hawái y que se formaron en
Euskadi durante el Cretácico.
Pero este proceso de depósito de sedimentos y formación de rocas ocurrió en un entorno
dinámico. La ría y sus márgenes forman parte de la terminación occidental de los Pirineos y
están fuertemente afectadas por el choque entre las placas tectónicas Ibérica y Europea que
dio lugar a la formación y levantamiento de la cadena pirenaica, durante la denominada
orogenia alpina. Este proceso duró millones de años y convulsionó y deformó las rocas que nos
rodean, donde han quedado numerosos rastros y estructuras que permiten reconstruir cómo
fue ese proceso.
Una forma de entender cómo se organizan las rocas en profundidad es observar un corte
geológico. En el caso del Gran Bilbao, las rocas dibujan dos grandes pliegues (de escala
cartográfica) y aparecen varias fallas que hacen de límite entre estos pliegues. La importancia
de estas estructuras es crucial, ya que condicionan, entre otros, el desarrollo de la red
hidrográfica. De hecho, la ría del Nervión es paralela a estas megaestructuras y su
desembocadura discurre sobre el trazado de la denominada falla de Bilbao.
Sin embargo, el aspecto geológico que más ha influido en el desarrollo industrial y económico
de la ría del Nervión ha sido la presencia de enormes reservas de mineral de hierro en los
montes de la margen izquierda. Una de las hipótesis que explica la formación de estas
mineralizaciones de hierro es la conocida como diagenética o metasomática.
Según esta hipótesis, la presión ejercida por una columna de más de 4 km de sedimentos en el
fondo marino, hizo que grandes cantidades de fluidos a altas temperaturas (210°C)
ascendieran a través de la pila sedimentaria concentrando y transportando los metales
presentes en dichos sedimentos. Estos fluidos enriquecidos en hierro, magnesio y manganeso
reaccionaron al entrar en contacto con bandas de calizas intercaladas en la pila sedimentaria y
las transformaron y reemplazaron por carbonatos de hierro y magnesio (siderita).
Posteriormente, la deformación y fracturación debida a la orogenia alpina hizo que estas
masas de siderita alcanzaran la superficie y se oxidaran por efecto de su exposición al aire y al
agua, dando lugar a la formación de los yacimientos de hematites y goethita.
Considerando todo lo dicho se puede concluir que sin la oportuna distribución de rocas, fallas,
pliegues y minerales que aparece en la ría del Nervión, la geografía, historia, economía e
incluso la idiosincrasia de los habitantes del Gran Bilbao serían muy diferentes a como las
conocemos hoy en día.
En Geotecnia Alperi S.L. , además de los estudios geotécnicos y geológicos ,que realizamos principalmente en Bizkaia, Asturias y Cantabria ; nos interesan las diferentes disciplinas que están relacionadas con la historia y el estudio de la Tierra y el nuestro propio.
Fuentes documentales:
https://culturacientifica.com/2020/06/29/aliron-aliron-la-geologia-del-nervion/