Teoría de la deriva continental
En 1912 un meteorólogo alemán de 32 años, Alfred Wegener, lanzó su teoría de la deriva continental. Gracias a ella, hoy en día cualquier niño sabe que los continentes se mueven y estuvieron unidos en la época en que aparecieron los dinosaurios.
Desde los primeros mapamundis, más de uno se había fijado en lo bien que encaja Brasil bajo la barriga de África. Alfred Wegener buscó otras conexiones. Encontró investigaciones sobre fósiles idénticos en las costas africanas y en las de Sudamérica, algo para lo que los geólogos, convencidos de que el mapamundi era inmutable, habían dado una explicación quizás más sorprendente: unos puentes de tierra se habrían esfumado tras permitir que animales y plantas viajaran de un continente a otro.
Pero por más puentes que se inventaran, los geólogos más consagrados no podían explicar que en África haya marcas de glaciares o que cerca del polo Norte haya restos de vegetación tropical, en forma de carbón. Para Wegener eso sólo era posible si los continentes actuales estuvieron concentrados una vez alrededor del Ecuador formando un supercontinente, que se rompió hace unos 200 millones de años y al que él denominó Pangea. A nadie se le había ocurrido relacionar todos esos hechos, pero Wegener vio en ellos las pruebas de la deriva de los continentes, gracias a su interés por diferentes ciencias.
También él cometió errores garrafales, al calcular que Groenlandia se acercaba a Norteamérica a un ritmo de 1,6 km cada año, y al decir que los continentes se movían sobre los fondos marinos pero sin explicar por qué. Eso era como decir que un arado se puede mover solo y sin dejar surcos. Y con los instrumentos más fiables de la época no se detectaba ningún movimiento de los continentes. La edición de 1964 de la Enciclopedia Británica todavía no se creía a Wegener, pero ese año muchos geólogos se pusieron de su lado, a la vista de nuevas pruebas: se impuso la idea de que la corteza terrestre es un puzle de placas, que se desplazan enteras y no solo su parte más elevada, los continentes. Esa nueva teoría, la tectónica de placas también explicó que los terremotos y maremotos se producen cuando dos de ellas se rozan y que cuando chocan de frente se forman grandes cadenas montañosas.
Además, gracias a los satélites de geolocalización, sí somos capaces detectar que Europa y América se separan, aunque a la misma velocidad que crece una uña: 2 metros en toda una vida. Hoy todos hemos aprendido en la escuela —o incluso antes, en los dibujos animados— su teoría de la deriva continental. Pero Wegener murió en 1930, mucho antes de que se reconociera su éxito. Durante una expedición en Groenlandia, salió del campamento a por víveres y lo encontraron congelado meses más tarde. Allí lo enterraron y allí sigue, aunque ahora está unos dos metros más lejos de su lugar de nacimiento en Berlín.
En Geotecnia Alperi S.L. , además de los estudios geotécnicos y geológicos ,que realizamos principalmente en Bizkaia, Asturias y Cantabria ; nos interesan las diferentes disciplinas que están relacionadas con la historia y el estudio de la Tierra y el nuestro propio.
Fuentes documentales:
https://www.bbvaopenmind.com/ciencia/grandes-personajes/wegener-y-deriva-continental-rompio-esquemas-geologos/